El café constituye, hoy en día, uno de los productos más importantes en el comercio internacional, superado apenas por el petróleo, en valor. Son muchos los millones de personas que viven directamente del café, más otros millones que de él indirectamente derivan su sustento, lo que quiere decir que es uno de los grandes generadores de empleo en la economía mundial.

Todavía más, algunas naciones como Colombia, fundamentan su economía en el café, o sea que esta industria es la columna vertebral de su economía. Este país en la actualidad depende de él para adquirir un poco más del cincuenta por ciento de las divisas que precisa para sus importaciones.

Puesto que más de cinco millones de colombianos viven del café en una forma directa o indirecta, quiere decir que todo lo que a este producto suceda es vital, e influye en el bienestar de este conglomerado humano.

El café necesita condiciones climáticas específicas para su producción, como condiciones de suelo, temperatura, precipitación atmosférica y altitud sobre el nivel del mar. Las condiciones ideales para el cultivo se encuentran entre los 1.200 y 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar, con temperaturas templadas que oscilan entre los 17 y 23 grados centígrados y con precipitaciones cercanas a los 2.00 milímetros anuales, bien distribuidas a lo largo del año.

Utilizar el café puro 100% de Colombia nos ofrece una serie de ventajas importantes, entre las que podemos destacar las siguientes:

  • Absolutamente todo el café producido y exportado por Colombia es Arábico Lavado de alta calidad. Por tanto, un café con la garantía de café de Colombia es una garantía de calidad.
  • Las principales características organolépticas del café de Colombia son su aroma y sabor suave y afrutado. El acentuado aroma incita a su degustación. Su sabor suave nos permite el mayor consumo de café En la mayoría de los casos, después de una taza de café de Colombia nos apetece tomar otra. Su bajo contenido en cafeína (la tercera parte de los cafés de baja calidad) nos permite a su vez este mayor consumo.
  • El precio superior de una taza de buen café de Colombia nunca es superior a 0,03 céntimos de euro por taza. Al de un café de inferior calidad. Sin embargo, esta diferencia se ve más que compensada por el incremento en el consumo del producto y la satisfacción percibida por el consumidor.
  • Al ser el café 100% Colombia con garantía de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, un café siempre de tueste natural, nos asegura que el café no ha sido mezclado con otros productos como el azúcar (caso del café torrefacto).
  • La diferencia en coste de un café mediocre a un café de calidad 100% Colombia son insignificantes comparadas con las diferencias en calidad y más aún si lo comparamos con el margen de beneficio que nos ofrece una taza de café. Cuando decida al respecto piense que con un solo cliente que repita una taza de café, se ha amortizado la diferencia de su coste.